Mis frases y fragmentos favoritos-MOMO (MICHAEL ENDE)


" -¿Sabes , Momo? -decía entonces, por ejemplo-. La cosa es así: a veces tienes ante ti una calle muy larga. Uno piensa que es tan terriblemente larga que nunca logrará acabarla.

Se quedó callado durante unos instantes con la vista perdida hacia el frente y después prosiguió:

-Y entonces comienzas a apresurarte. Y cada vez te apresuras más. Cada vez que alzas la vista, ves que lo que te queda no ha menguado. Y te esfuerzas más y más, te agobias y al final estás sin aliento y no puedes más. Y la calle se extiende aún ante ti. Así no se hacen las cosas.

Reflexionó durante unos instantes. Después continuó hablando:

-No hay que pensar nunca en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Solo hay que pensar en el siguiente paso, en la siguiente inspiración, en el siguiente barrido. Y una y otra vez, tan solo en lo siguiente.

De nuevo se interrumpió y se puso a pensar antes de añadir:

-Entonces disfrutas, y eso es importante, porque de esta manera haces las cosas bien."






"Ese misterio es el tiempo.

Hay calendarios y relojes para medirlo, aunque eso no significa gran cosa, ya que todos sabemos que una sola hora nos puede parecer una eternidad, pero de vez en cuando también puede pasar como un instante... depende de lo que experimentemos durante esa hora. Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón".


"OÍD LO QUE OS DECIMOS AHORA,

PORQUE YA HA LLEGADO LA HORA,

OS DEBÉIS IR ENTERANDO,

DE QUE EL TIEMPO OS ESTÁN ROBANDO.

ESCUCHAD ATENTAMENTE, 

TOMAN EL PELO A LA GENTE,

VENID EL DOMINGO Y ESCUCHAD,

Y ASÍ TENDRÉIS LIBERTAD."






"¡Y de pronto Momo comprendió que todas esas palabras iban dirigidas a ella! ¡El Universo entero, hasta las más lejanas estrellas, se dirigían a ella como un rostro único, de tamaño inconcebible, que la miraba y hablaba con ella!

Y le sobrevino algo más grande que el miedo.

En ese instante vio cómo el Maestro Hora le hacía señas en silencio con la mano. Corrió hacia él, él la tomó en sus brazos y Momo escondió el rostro en su pecho. De nuevo sus manos de nieve se posaron sobre sus ojos, se hicieron el silencio y la oscuridad y se sintió protegida. La llevó por el largo camino de vuelta. 

Cuando se encontraron de nuevo en la pequeña habitación rodeada de relojes, la tendió sobre el delicado sofá.

-Maestro Hora - dijo Momo en un susurro-, no sabía que el tiempo de los seres humanos fuera... - buscó en vano la palabra adecuada-, tan grande-dijo finalmente.

-Lo que has visto y oído, Momo- contestó el Maestro Hora-, no era el tiempo de todos los seres humanos. Era solo tu propio tiempo.

En cada ser humano existe ese lugar en el que acabas de estar. Pero solo puede llegar hasta él aquel que se deja llevar por mí. Y no basta con la mirada habitual para verlo.

-Pero entonces, ¿Dónde he estado?

-En tu propio corazón -dijo el Maestro Hora acariciándole suavemente sus rizos."

 




"A pesar de todo, había algo que no la abandonó en todo ese tiempo: el vivo recuerdo de la experiencia con el Maestro Hora, las flores y la música. No tenía más que cerrar los ojos y escuchar dentro de sí para ver la reluciente magnificencia de los colores de las flores y para escuchar la música de las voces. Y, al igual que el primer día, era capaz de repetir las palabras y de cantar las melodías, si bien cada vez se conformaban de manera diferente y nunca se repetían.                                                                        

 A veces, se pasaba todo el día completamente sola en las gradas de piedra hablando y cantando para sí misma. No había nadie que la escuchase, a excepción de los árboles, los pájaros y las vetustas piedras."


"-Por favor- le dijo a Casiopea-, ¿no podemos ir un poco más deprisa?                                                       "MÁS LENTO,MÁS RÁPIDO", fue la respuesta de la tortuga.                                                                  Siguió caminando con sus patitas incluso más despacio que antes. Y Momo se dio cuenta, como la vez anterior, de que en ese lugar era justo por eso por lo que avanzaban más deprisa. Era como si la calle se fuera deslizando bajo sus pies, tanto más deprisa cuanto más lentamente caminaban ellas.                       Este era el secreto de aquel barrio blanco, así pues: cuanto más lentamente se caminaba, más rápido se avanzaba. Y cuanto más se apresuraba uno, menos se adelantaba."



"Alrededor de la Casa de Ninguna Parte el tiempo pasa al revés. Normalmente el tiempo entra en ti. Y, de esta manera, como cada vez tienes más tiempo dentro de ti, te vas haciendo mayor. Pero en el Callejón de Nunca Jamás, el tiempo sale de ti. Podemos decir que has rejuvenecido mientras lo atravesabas. No mucho, tan solo el tiempo que has necesitado para recorrerlo."


"Cuando el último ladrón de tiempo haya desaparecido, entonces tendrás que liberar todo el tiempo robado. Porque solo cuando todo ese tiempo retorne a la gente, el mundo dejará de estar detenido, y yo mismo podré despertar."



"Y sin embargo, significaba un pequeño rayo de esperanza para Momo. La idea de no estar sola por completo le infundía valor. Era un valor sin fundamento lógico, pero hizo que se pudiera decidir de golpe. 

-Quiero intentarlo -dijo con determinación.

El Maestro Hora la miró largamente y comenzó a sonreír.

-Tal vez sea más fácil de lo que ahora piensas. Tú has escuchado las voces de las estrellas. No debes sentir miedo..."


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