Samhain, el origen de Halloween
Halloween tiene su origen en una celebración de origen celta llamada Samhain. Término que en gaélico significa "el final del verano".
Marcando así el final de la época de las cosechas y del cambio de estación.
Esta celebración milenaria tiene lugar cada año, durante la noche que va del 31 de octubre al 1 de noviembre, se dice que esta noche es más fácil transitar entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos.
De este modo, Samhain se convirtió en la festividad pagana más importante de Europa.
Además de Irlanda, se llevaba a cabo también en Escocia y Reino Unido.
Los pueblos celtas consideraban que el año estaba dividido en dos partes: una oscura, que se inica en la noche de Samaín, y una clara, que se incia en la noche de Walpurgis, con la fiesta de Beltane, entre el 30 de abril y el 1 de mayo. Samaín es el inicio de todo, cuando el verano moría y comenzaba el invierno.
Hogueras:
Los druidas apilaban ramas y encendían al atardecer hogueras, con el fin de ahuyentar a los malos espíritus y guiar a los difuntos en su camino al más allá. Solían cubrirse con pieles de animales, máscaras, etc. Para despistar a los espíritus y los fantasmas. Lo que posteriormente dio lugar a la costumbre actual de disfrazarse durante esta noche.
Rituales:
Eran los druidas los encargados de celebrar dicha fiesta para honrar a los ancestros, a través de numerosos ritos. Cuentan las leyendas que recogían en los bosques más apartados bayas de muérdago durante esa noche, para lo que utilizaban una hoz sagrada forjada en oro. Con ellas, preparaban pócimas y ungüentos, y vaticinaban sobre el futuro de las cosechas y de la aldea.
Uno de los rituales que ha llegado hasta nosotros, y cuyos resultados auguraban el futuro, es el de coger manzanas, que se ha transformado en el apple bobbing de Halloween. Consiste en sumergir varias de estas frutas en un caldero con agua y ser capaz de agarrarlas con la boca.
Calaveras:
Mucho antes de que hubiese calabazas, en Samaín las poblaciones célticas cogían las calaveras de sus enemigos muertos en la batalla y los iluminaban, para colocarlos en los muros de los castros.
Calabazas:
Se vaciaban los nabos y en el hueco interno se colocaba carbón ardiente para alumbrar el regreso de los difuntos al mundo de los vivos, con la intención de recibirles y, a la vez, protegerse de los malos espíritus.
Más tarde con la aparición de las calabazas, empezaron a vaciarse estas para esculpir en ellas calaveras que dieran miedo, colocando una vela en su interior, para espantar a los malos espíritus.
Samaín llegó a Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX, por medio de los emigrantes escoceses e irlandeses que llevaron su cultura y tradición
hacia América. De ahí
proviene el nombre actual de Halloween, el cual tiene su
origen en el término All Hallows? Eve.
La mezcla de culturas hicieron que se incluyese la leyenda de Stingy Jack, un irlandés que la noche de un 31 de octubre se cuenta que se tropezó con el Diablo, y a quien terminaría conociéndose como Jack O?Lantern. Nombre que se usa para referirse a las calabazas que se decoran en Halloween.
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